domingo, 2 de enero de 2011

La segunda venida

Xie xie, compañeros y amigos de Cabezón Gutiérrez. Los eché mucho de menos, muchísimo. Estuve dando vueltas por el mundo. Conocí China de la A a la Z: su capital, sus localidades y la fábrica dónde trabajan todos esos niños por tres centavos de dólar. Me di tiempo para pensar, para revisarme a-mi-mismo-pordentro, y saqué muchas cosas en limpio. También caminé por la gran muralla, kilómetros y kilómetros, pero no me vi desde el espacio porque he adelgazado mucho.

Tomé varias decisiones, y una de ellas fue reabrir mi casa virtual, mi querido blog perdido en algún hoyo negro en alguna página porno que visité en aquellos años de comentarios cinéfilos. Cuando pisé suelo chileno tomé consciencia de una cosa: el papa debió querer mucho a la humanidad porque no cualquiera le da un beso a nuestro piso, que si no tiene caca de perro tiene chicles asoleados. Pero por sobre esta reflexión, me di cuenta que necesitaba volver a escribir, y aqui estoy, metiéndole mano al teclado olvidado "cubrido" de migas de pan y pelos de diferentes partes de mi cuerpo.

Así que, "a darle átomos" y a ver películas compulsivamente, que en China sólo miraba programas de conversación dónde un ojo rasgado discutía con otro sólo para sacar en limpio una cosa: el comunismo es cool, y aunque por fuera nos parezcamos a cualquier país capitalista, por dentro seguimos denigrando  a la gente como socialistas recalcitrantes ¡¡¡VIVA MAO!!!


Los amo

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